EL JUICIO - ARCANO TAROT XX
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EL JUICIO ARCANO XX
QUE VEMOS EN LA IMAGEN
En el tarot de Waite podemos ver en la imagen tres personajes centrales. Una mujer, un hombre y un niño, así como varias personas a lo lejos.
Esto nos muestra que todos tenemos varias y diferentes subpersonalidades, por esto el tarot nos enseña a través de las imágenes los diferentes arquetipos, las memorias grabadas en nuestro subconsciente, pues ésta memoria se encuentra en el inconsciente colectivo. Todos tenemos algo de todos los arquetipos, y andamos por la vida interpretando uno u otro como en una obra de teatro.
Sería conveniente que recordáramos que hemos elegido el papel que interpretamos. Si no nos gusta, como directores de la obra, podemos elegir cambiar.
El juicio nos muestra un ángel. Es la voz de nuestra alma, nuestro ángel solar. La mayor parte de nuestra vida andamos tan metidos en nuestro papel egoico que nos olvidamos de nuestra verdadera esencia.
En el tarot de Marsella, aparecen tres personajes y el ángel sobre ellos. Vemos un hombre, una mujer y un ser que más bien parece un espíritu o un fallecido.
El ángel con la trompeta en la mano mira de frente a los personajes de la carta simbolizando el despertar de la consciencia.
La cruz representa que para renacer primero hay que morir.
EL JUICIO
Nos acercamos a fin de año, y hacemos un juicio de cómo nos ha ido el año.
Nos preguntamos si ha ido bien, si ha ido mal. Tal como ha ido está bien, porque no está ni bien, ni mal. Eso es un juicio basado en nuestra dualidad y creencias. Simplemente ha sido lo que ha sido, y ya pasó.
Podemos ver el año como el camino recorrido para alcanzar una meta, y ese propósito no tiene caducidad, pues sigue al año siguiente, y al otro.
Nuestro propósito es tomar consciencia, y conocernos mejor. Conocer nuestras debilidades, nuestros dones, nuestro potencial. Reconocernos y saber quienes somos y qué es lo que verdaderamente deseamos hacer en nuestra vida. Conocer también nuestras debilidades, para poder transformarlas en fortalezas.
Si no hemos alcanzado la meta que nos propusimos este año, seguiremos el año próximo. Siempre creciendo, siempre avanzando, porque nuestras caídas no son un fracaso, sino que son experiencias que elegimos vivir para experimentarlas y aprender de ellas.
Vamos aprendiendo que no hay que culpar al otro de lo que nos sucede, y tampoco a nosotros mismos, pues la culpa sólo sirve para caer en el victimismo y en el lamento.
Aprendemos a responsabilizarnos de lo que nos sucede y aprendemos a tomar las decisiones que son más convenientes para nosotros, pero eso sí, para eso nos hemos de conocer primero. Si no nos conocemos solo vamos de aquí para allá, a donde nos señalan los demás terminando por sentir insatisfacción, ya que sólo logramos más confusión y seguimos sin escuchar nuestro corazón o a nuestra propia alma.
El arquetipo del juicio nos ayuda en el momento de hacer juicios acerca de nosotros mismos. No puedo cambiar el mundo, pero si puedo cambiar mi manera de ver el mundo.
“Sé el cambio que quieres ver en el mundo” Mahatma Gandhi.
Hasta ahora pensábamos que era el mundo afuera que tenía que cambiar, ahora ya sabemos, que soy yo quien tiene que cambiar adentro para que las cosas cambien afuera.
En el proceso de individuación, vamos tomando conciencia de nuestras subpersonalidades, de los papeles que hemos ido asumiendo, y que en realidad no somos. Cuando vamos descubriendo lo que no somos, nos damos cuenta de que tampoco, hay necesidad de querer controlarlo todo, a los demás, o lo que sucede. Podemos soltar nuestras exigencias de que los otros sean como yo quiero que sean, y también podemos aceptar lo que sucede a nuestro alrededor.
Nuestro deseo o creencia de que hemos de controlar todo lo que sucede nos causa tensión, miedo y frustración.
Si aprendemos a confiar en nuestra verdadera esencia, en nuestra alma, si abandonamos nuestras luchas egoicas con nosotros mismos y con los demás, confiamos en la vida, y podemos escuchar nuestro corazón, nuestra alma, nuestro ser superior.
Después de haber caminado con la luna, tomado consciencia de nuestra sombra, ver nuestros miedos e inseguridades, hemos seguido caminando con el sol. El sol ilumina nuestras sombras y ahora caminamos con una nueva consciencia. Ahora somos conscientes de nuestras partes tanto femeninas como masculinas, ambas están en nosotros, y ninguna es mejor ni peor, ambas son necesarias.
De la unión de ambas partes, la femenina y la masculina nace un nuevo ser andrógino divino que ha sido logrado gracias al contacto con la consciencia superior que en la carta es representada por el ángel, nuestro ser superior, o ángel solar.
Toda la escena representa en sí un renacimiento, una resurrección.
Nada muere, pues todo siempre renace. No hay principio ni final, solo transformación.
Nosotros interpretamos la crucifixión como la muerte física, pero nos está hablando de la muerte de aquello que no somos, nuestro ego, o los papeles que hemos elegido interpretar en esta o en otras vidas.
Tanto la “Muerte” como la “Torre” han sido necesarias. Eliminar, cortar y romper con todo aquello que ya no sirve, así sean sólo creencias que nos limitan.
Lo que importa es el aquí y el ahora, porque no somos ni lo que creíamos ser ni en esta ni en vidas pasadas. Renacer es tomar consciencia de nuestra verdadera esencia espiritual.
Somos espíritus experimentando una vida humana.
No somos seres humanos viviendo una experiencia espiritual, somos seres espirituales viviendo una experiencia humana”: Pierre Teilhard de Chardin.
EN UNA TIRADA
La persona ha sido llamada por su ángel solar, por su alma. Es momento de soltar el control, de confiar en nuestro ser superior, de escuchar la llamada.
Este arcano nos recuerda que hemos de despertar y tomar consciencia de nuestra divinidad. De no despertar o escuchar “la llamada al despertar” somos muertos en vida.
Por ello aquí recuerdo la carta de Osho Neo Tarot “CORAJE”.
La carta del Juicio nos anuncia la llegada de algo nuevo, algo de otra dimensión. Sientes tu conexión con lo divino.
Reflexionar sobre la confianza que tenemos en nuestra intuición y en nuestro ser superior.
La carta nos muestra que la persona tiene la capacidad de emitir un juicio y de tener correcto discernimiento.
PALABRAS CLAVE
Llamada. Despertar. Toma de conciencia. Despertar de la consciencia. Dar vida. Vocación. Nacimiento. Renacimiento. Música. Intuición. Compromiso para el despertar de la consciencia. Música. Juicio de sí mismo y de los otros.
INVERTIDA
Sentimiento de culpabilidad.
MEDITAR CON ESTA CARTA
Nos ayuda a hacer nuestro propio juicio acerca de nosotros mismos, no para caer en el sentimiento de culpa, ni para con uno mismo, ni para con los demás, solamente para conocernos mejor y transformar nuestras sombras en luz. Con “EL JUICIO” podemos lograr vencer el miedo a la muerte y también nos ayuda a dejar de sentirnos heridos por las críticas ajenas.
Ayuda a mejorar la comunicación.
Meditar con ella también ayuda a desarrollar la clarividencia y la clariaudiencia.
ESENCIAS FLORALES
Genciana : Para aquellas personas que se sienten deprimidas por causas y motivos conocidos.
PINO : Cuando la persona se siente culpable.
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